5 Mitos que afectan tu salud bucal
1) LOS DENTISTAS HACEN DAÑO
Esta creencia proviene de antaño, cuando los dentistas no contaban con los medios ni herramientas necesarias para tratar a los pacientes, por lo que utilizaban técnicas rudimentarias y no hacían uso ni de sedantes ni de anestésicos. Esto provocaba que al realizar tratamientos como podrían ser endodoncias o extracciones el paciente sintiera un dolor muy intenso. Estas anécdotas se han ido transmitiendo a lo largo de los años y quedando inconscientemente en nuestras mentes. Otro claro ejemplo que refleja esta teoría es la creencia actual del dolor que producen los implantes dentales.
Hoy en día, como en muchos otros sectores, los procedimientos y herramientas han evolucionado de manera considerable. El uso de la anestesia y de las últimas tecnologías en los tratamientos desencadenan soluciones indoloras y muy perfeccionistas orientadas a conseguir resultados óptimos.
2) LAS CARIES DUELEN
Las caries producidas en la parte superficial de los dientes, en el esmalte, no producen dolor, aunque a medida que se extienden acaban llegando al tejido interior del diente, de modo que si llegan a tocar las terminaciones nerviosas es cuando pueden provocar dolores y desencadenar en la fractura del diente o en la creación de abcesos dentales. En estos últimos casos se requiere un tratamiento más extenso o en el peor de los casos la extracción del diente.
El tratamiento de la caries, en ningún caso produce dolor gracias al uso de anestesia. Debemos tener en cuenta que los dientes son la única parte del cuerpo humano que no se regenera por sí misma, de modo que la detección precoz de las caries es vital para evitar males mayores.
3) LAS LIMPIEZAS DENTALES ME DESGASTAN EL ESMALTE
las preguntas más frecuentes con las que se encuentran muchos dentistas por parte de los pacientes es si realizarse una limpieza dental una vez al año o una vez cada seis meses es recomendable o si puede ser perjudicial para el esmalte. La respuesta a la pregunta es no, no se daña el esmalte si se usan las técnicas, material y procedimientos adecuados.
4) LOS ENJUAGUES BUCALES FUERTES Y LOS CEPILLO DUROS LIMPIAN MEJOR
Las creencias más populares es que si usamos un cepillo dental de cerdas duras obtendremos una mayor limpieza ya que nos permitirá extraer mejor toda la placa acumulada. La realidad es que es recomendable usar un cepillo de consistencia media o suave ya que un cepillado brusco puede producir sensibilidad, un desgaste del esmalte y retracción de las encías, dejando de este modo, expuesta la raíz de los dientes.
Lo mismo pasa con el enjuague bucal, aquellos que son muy fuertes o contienen un índice de alcohol elevado pueden ser perjudiciales ya que resecan los tejidos y pueden afectar a la calidad de la saliva.
5) SI ME SANGRAN LAS ENCÍAS ES MEJOR NO CEPILLARME
Es necesario saber que las encías sanas no deben sangrar, y en caso de que lo hagan, es un indicador de que alguna cosa no va bien. Habitualmente la inflamación y sangrado de las encías sucede cuando se produce una acumulación de bacterias. La gingivitis tiene una periodontitis, que es una fase más avanzada y que conlleva la pérdida y deterioro del hueso.
Para evitar que esto suceda os damos algunos consejos que pueden ayudar a prevenir este tipo de enfermedades:
Cepillar los dientes correctamente Limpiar la lengua: cuando realicemos el cepillado de los dientes no debemos olvidarnos de pasarlo también por la lengua, ya que allí se acumula en 70% de las bacterias de nuestra boca Uso del hilo dental para llegar a aquellas zonas más escondidas a las que no podemos acceder con el cepillo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario